Son SETENTA Y TRES poesías de corte grueso, qué caminan entre el amor, desamor y quizás la desesperación de cualquier deseó, al final uno puede leer desde cualquier punto de vista, yo no puedo adivinar lo que puede el lector entender o sentir, pero si pueden declinar el ofrecimiento de mi propia locura poética. Soy eso que Francis propone: el caos de un escritor, la rebelión de una normativa, la profundidad de las poesías sin métrica o casi sin rima, un estilo más que libre. En mi anterior libro (Las sombras de un papel en blanco) se pudo comprobar cómo están formados estos versos, mi querido FRANCIS.