Inocentemente, pensamos que somos dueños de nuestras vidas, pero la vida cambia a cada paso que damos, cada vez que respiramos, cada vez que no morimos. Pero como dijo John Donne, "nadie en sí mismo es una isla".
Durante nuestras vidas hay personas que entran y salen de ella, unas dejando huella, otras pasando indiferentes, pero todas ellas formaran parte de tu presente, pasado y futuro.
En el caso del protagonista de esta novela, su vida se ve marcada de forma contundente por terceras personas, y es, desde el primer momento, prisionero de acciones y decisiones ajenas.
La primera parte de la novela, pretende situar al lector en el ámbito rural y familiar de la Mallorca del siglo XIX, centrada en la “Possessió” y la Herencia recibida. El resto de la novela queda a valoración del lector.