Después de más de veinte años formando comerciales, tengo que reconocer, no sin un cierto regocijo, que en un aspecto de mi tarea he fracasado estrepitosamente, más bien diría que he fracasado absolutamente…
No he sido capaz de enseñar ese talento, esa aura, ese “charme” que tiene una persona y que hace que desde el primer momento que se sienta enfrente de ti, estés dispuesto a escucharla y quizás, sólo quizás, echar mano a tu bolsillo dispuesto a comprar lo que te venga a ofrecer.
En cambio, sí puedo decir, con enorme satisfacción, que he tenido el privilegio de poder ayudar a formarse, crecer y mejorar a muchas personas con un gran talento y que, gracias a su esfuerzo y capacidad de mejora, hoy desarrollan una labor comercial o empresarial excelente.
El mérito, por supuesto es de ellos, que tienen ese talento y lo desarrollan día a día.
No encontrará el lector recetas mágicas o fórmulas magistrales para vender, sólo conocimientos y experiencia probada (como diría un buen amigo mío). Espero que con ellas le pueda ayudar a ser un mejor “Fabricante de Ventas”