Al pensar en la diferencia entre «el bien y el mal», nos encontramos con tantas historias, que nos hacen dudar si a dónde nos dijimos es realmente lo correcto.
Cuando no se respetan las líneas rojas con la bebida a menudo y con el tiempo, se llega a ser alcohólico, como es el caso de Anselmo al convertirse en maltratador y asesino.
Por otra parte, el pequeño y huérfano David, tiene la suerte de encontrar a unas buenas personas que serán fundamentales para las dificultades que le esperan a lo largo de su vida y, no en vano, decir que serán muchas y difíciles de superar, como es el caso de su madre, asesinada por su marido y padrastro del pequeño, o el de su paloma; víctima de alguien al no conseguir su objetivo.